querida marta
camino la ciudad vacía, hoy es otro día de santos aquí y las persianas de los locales están cerradas, más cerradas y más tristes aún, en estos días sin bares
(vengo de un país donde se celebran el día de la amistad, el día del niño, día de estudiantes, día de docentes, y me aburre este calendario monopolizado por el santoral, así que, además en condición de autónoma, lo ignoro a menudo y trabajo como si no ocurriera nada)
lo interesante no está en mi vista sino en mis oídos y atravieso un paisaje colorido, el del vasto universo de las voces que me hablan desde un podcast y en mi mente son la punta de un tejido que tiro y tiro desmadejando ideas
el hombre de la voz ha escrito un texto que poetiza sobre cada parte del cuerpo
dice que hizo una búsqueda de la palabra “belleza” en el rastreador de imágenes de google hace un par de años y que el cien por ciento de cien imágenes eran rostros de mujeres
ni una de pintura, ni una de naturaleza, ni una de otra cosa que no fuese una mujer joven y simétricamente, lisamente, blancamente, perfecta
llego a mi pantalla y repito el experimento casero de ciencias sociales
compruebo, no hay casi nada que diferencie mi pesquisa de sus resultados
cien mujeres bonitas, excepto:
- dos fotos de una chica que ha decidido no depilarse las cejas y por eso destaca con un rimbombante rótulo (“desafía los cánones de belleza”) aunque es blanca, joven, preciosa en los indicadores usuales; ha decidido no depilarse las cejas a modo de protesta, las suyas son especialmente abundantes y se le unen como una sola línea sobre la frente
- dos fotos de hombres, que remiten a un reportaje sobre productos cosméticos masculinos
- una foto del david de michelangelo para un artículo sobre la belleza según la filosofía (hombre y de mármol si ya nos ponemos intelectuales)
- una foto de un vitral de iglesia que apunta a la definición de “belleza” de wikipedia, pasando por alto la acepción visual que habita en el resto de internet
intento un enunciado propio y recuerdo una frase de mi hijo menor: “belleza es lo misterioso”
sí, hijo, lo misterioso, lo que genera curiosidad, lo que sorprende, lo diverso, lo diferente, me digo
cómo puede igualarse lo bello a lo tan esperado, los mismos ojos, la misma nariz, el mismo color, siempre
no puedo resistir en este tramo del camino robar hojas otoñales, las hay amarillo verdosas, rojizas casi fosforescentes, de cinco puntas, marrones sonoras, redondas como un sol de verano
me meto unas cuantas en el bolsillo y me digo que sí, que esto es la belleza para mí
unos brazos blandos ondeando con la música, una sonrisa delineada de canas, unas marcas de acné, unas mejillas color chocolate, un cuello cruzado de pliegues, unas caderas poderosas
cuerpos que cuentan historias, que sienten
una montaña, un árbol, una pintura, un párrafo, una casa, una alfombra
formas, colores, que me susurran algo aunque no lo busquen
ha sido un gusto conversar contigo sobre diversas diversidades, y por eso hoy te explico esto, sin venir a cuento de nada
un abrazo
PD: en el programa de radio que inició este monólogo, quien hablaba de su libro Anatomía sensible (Páginas de Espuma, 2019), era Andrés Neuman, con párrafos como estos
“El brazo es una extremidad de extremos. Lo mismo se estira para cuidar, mecer, ofrecerse ante cruces, escaleras, grandes pasos en la vida; que se apresura al empujón, al golpe bajo”.
«Trascendencias de la piel (…) Una sedosa nos cautivará con sus brillos de papel de regalo, pero su carácter resbaladizo tenderá a escabullirse. Mejor tracción presenta una piel áspera, con sus terrenos propicios para la velocidad del tacto. Las sebosas se dejan amasar con paciencia panadera. Admiten amontonamientos, pliegues y todo género de pellizcos. Las sudorosas emergen al ritmo de las uvas bajo el agua. La falta de prestigio ha empañado su generosidad, que accede a confundir nuestra suciedad con la suya. Sumando otro relieve a su relato, la tatuada se enorgullece de refundarse. Algunos especialistas la llaman metapiel.»
PD bis: otras obras que hacen un inventario minucioso del cuerpo humano y sus vicisitudes
- Escrito en el cuerpo, de Jeanette Winterson, y Comí, de Martín Caparrós, ambos de Anagrama)
- Supervenus Un corto genial sobre las cirugías estéticas,
- Un trabajo fotográfico sobre los colores de piel, Humanae Project de Angélica Dass (gracias Zahy por presentármelo)